7. ¿Qué es una boquilla?

¿Cómo podríamos definir a una boquilla?

Empezamos esta entrada con un poco de ironía:
“Un trozo de metal con un agujero en el medio más grande o más pequeño según el instrumento.” ¿Esta podría ser una respuesta válida?

En realidad, la boquilla por sí sola no hace absolutamente nada. Pero, ¿por qué nos trae tantos problemas?
La boquilla necesita de aire, vibración del labio y de un instrumento para que sea útil; y con estos elementos, entonces si ¡ya puede empezar la música! Pero en muchas ocasiones empiezan también las complicaciones y los problemas
.

Para resumir la utilidad o el para qué sirve la boquilla sin entrar en detalles técnicos diremos que al tocar, cogemos aire, lo tiramos contra el labio, éste como está en tensión vibra y produce un zumbido. El zumbido (sonido) realizado por el labio pasa por el interior de la boquilla hacia el instrumento, lugar en el que este sonido se transformará en notas musicales ya más ricas en armónicos. Para hacer las diferentes notas, el aire que tiramos necesita de una cierta resistencia, tal como vimos en la última entrada de Boquilleando. Y es aquí donde la boquilla se convierte en la protagonista.

Para comprobar la importancia de la resistencia dentro de la boquilla, podéis hacer la prueba con una trompeta tipo “Vuvuzela” que es un tubo cónico la boquilla del cual forma parte del propio tubo sin ningún tipo de resistencia, ¿cuántas notas podrás hacer? ¿2? ¿3 como máximo? Esto ocurre porqué en la parte de la boquilla no tiene la resistencia ideal para que el labio pueda hacer las diferentes notas que sí podemos hacer con los instrumentos y boquillas actuales.

 

Imagen de una “Vuvuzela”

 

 

Pero volvamos a ver con más detalle cómo funciona la boquilla.

Al principio hemos dicho que “es un trozo de metal con un agujero en medio”. Y lo es, pero evidentemente ¡no es solo eso! Es mucho más y su funcionamiento depende de una mezcla de factores externos a ella misma. Concretamente de 4 factores además de la propia boquilla:

  1. Aire
  2. Presión del aire en la boquilla
  3. Vibración del labio
  4. La resistencia del instrumento

La boquilla sería el factor intermedio entre el labio y el instrumento.

No os perdáis este vídeo cedido por el amigo y trompista Joaquim Palet  https://www.lipcam.de/ donde se ve perfectamente la vibración del labio:

Vídeo sobre la vibración del labio

 

Si estos 4 elementos se alinean perfectamente en relación a la boquilla que estamos tocando, ésta se convertirá en nuestra mejor boquilla.


Pero si uno de los cuatro elementos no está alineado con los demás, ni en relación a la boquilla ésta NO nos funcionará correctamente. Y si además hay más de un desajuste, podemos olvidarnos directamente de esta boquilla porqué a nosotros no nos está funcionando para nada (lo cual no significa que no pueda darle un estupendo rendimiento a otro músico).

Aire, presión del aire y vibración del labio dependerán de la ejecución  del propio músico, pero además se debe tener en cuenta la parte de la organología  o cómo está construido el interior de la boquilla, el agujero del que hablábamos al principio.

Si cogemos una boquilla y cambiamos la forma de cualquier parte de su interior, ya sea la copa, el granillo, el aro,… por pequeño que sea el cambio, el resultado será una boquilla totalmente diferente. En algunos casos incluso una modificación minúscula, de tan solo unas décimas de milímetro, ¡pueden representar una gran diferencia!

Imagen de una décima de milímetro (una décima parte de un milímetro)

¿Cómo puede ser que un cambio tan pequeño, haga que la boquilla deje de funcionar para nosotros? o al contrario, ¿cómo puede ser que un cambio tan pequeño, haga que la boquilla nos funcione perfectamente?

La respuesta es muy sencilla. Ese pequeño cambio, puede hacer que se alineen o no las presiones: la que nosotros realizamos con la resistencia que nos ofrece la boquilla y el instrumento.

Pongo un ejemplo que quizás habéis experimentado:

Cuando cambiamos de instrumento, puede cambiar también la resistencia del aire (del instrumento) y en muchas ocasiones la boquilla perfecta que teníamos para un instrumento, en el otro ya no funciona.

Siguiendo con las modificaciones en la boquilla (en la profundidad de la copa, en el granillo, el tudel interior…) podemos abrir o cerrar el paso del aire y modificar las presiones, pero ¿qué ocurre si por ejemplo ponemos un diámetro del aro interior más grande?

Pues en realidad ocurre lo mismo. Al hacer el diámetro interior del aro más grande, la copa es más grande y por lo tanto cambiamos la resistencia del aire en el interior de la copa. Como veis, modificamos la resistencia y ¡todo cambia! Y como éste,  podríamos dar ejemplos con todas las partes de la boquilla.

¿Pero qué pasa si cambiamos nosotros? ¿Qué pasa si cambia la ejecución del músico? ¡Pues exactamente lo mismo!
Por ejemplo, imaginad que cuando tocamos tiramos una presión de aire de 5 kg y estamos encantados con nuestra boquilla perfecta, pero por una reacción sobrenatural al día siguiente tiramos el aire con una presión de 10 Kg.  ¿Qué pasará? ¡Nuestra boquilla dejará de ser perfecta, ya no va a funcionar! Era una boquilla perfecta para tocar con 5 kg de presión, pero con 10 kg la boquilla ya no funciona. Por tanto, vemos que nos encontramos de nuevo con la gran importancia de la presión del aire.

A propósito de este punto, es importante también aclarar que muchos músicos creen que tocando la misma boquilla de otro músico que toca mejor que ellos, el instrumento les va sonar igual. Para mí, esto es un gran error. ¿Por qué?

Cada músico tiene una forma de tirar el aire y una presión distinta. Esto hace que una boquilla pueda no funcionar del mismo modo a ambos, por eso lo mejor es adaptar la boquilla a la forma de tocar.

Nuestra  mejor boquilla siempre será la que se adapte mejor a la resistencia, presión y velocidad del aire expulsado.

 

Espero sus comentarios,

¡Saludos y mucha música!

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