En ocasiones, los músicos cuando hablan conmigo, se quejan de que no hay trabajo, que siempre es para los mismos y que es muy complicado hacerse un hueco con tanta competencia.
Y es verdad.!!!
Yo, aunque soy luthier de boquillas y no un músico, siempre me comparo con vosotros y me hago las mismas preguntas:
¿Cómo puedo llegar a tener un público? ¿Cómo puedo resaltar entre tanta oferta?
A todos, en nuestros oficios, nos cuesta sudor y lágrimas llegar a un público que valore nuestro trabajo.
Cuando me preguntan cómo hago para vender mis boquillas por todo el mundo, siempre me quedo mudo, sin palabras,…. y no sé qué responder.
Pero en mi yo más profundo, habitan unas frases que día tras día, me repito.
Estas frases son las que hacen que me levante cada día a las 5 de la mañana, con ganas y motivado:
-¿Cómo puedo ayudar al músico?
-¿Cómo puedo compartir todo lo que se?
-Tengo de ser tan bueno, que no puedan ignorarme…
Cada día aprendemos cosas nuevas y este conocimiento lo tenemos de compartir sin esperar nada a cambio.
Esto implica mucha disciplina, analizar, probar y equivocarnos muchas veces y seguro que tendremos algunos días malos. Pero, si trabajamos cada día, aprendemos de los días malos y de los errores, nuestro público seguro que llega y cuándo esto llegue.
Hacerlo bien no será suficiente, siempre hay que dar un poco más, un valor añadido, que quizás no se escucha cuando tocamos nuestra música o cuando fabrico mis boquillas, el público tiene de gozar con nuestra aptitud, (nuestra música o mis boquillas), pero la actitud y humildad de haberlo dado todo, seguro que lo recordarán para toda la vida.