De acuerdo con mi condición de persona, creo, que ordenada, hace algún tiempo leí el libro “La magia del orden” de Marie Kondo.
Marie defiende que las cosas tienen vida y energía propia y que cuando una cosa ya no la usamos lo mejor es buscarles una nueva vida, ya que seguro que encontraremos a alguien que le será de gran ayuda. Podemos vender, donar o regalar.
Esto me hizo pensar en las conversaciones que en multitud de ocasiones he tenido con músicos en las que aseguran que tienen muchas boquillas (incluso centenares en algunos casos) que ya no usan.
¿Cómo podemos tener tantas boquillas sin usar en un armario?
Si ya no utilizamos ninguna de estas boquillas, ¿por qué no las damos a probar a jóvenes estudiantes? Quizás no son tan afortunados como nosotros y no puedan comprarse ni siquiera una sola boquilla. La idea es, como dice Marie “que sigan el curso natural de la vida y regresen a la rueda de la vida”.
Las boquillas están creadas para hacer música, no para estar encerradas en un armario.
¡Gracias Marie por tus consejos!